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Según este ejemplo, se puede hablar de teoría crítica a partir del cisma que se
produce en la década de los años 60 con Habermas y posteriormente con Honneth
en donde se crítica la filosofía negativa de la historia representada por Horkheimer,
Adorno y Marcuse, así que, para encontrar algunos puntos en común, los teóricos
posteriores a dicho cisma, comenzaron a delimitar los objetos de estudio de la teoría
crítica, no sin un debate sobre la continuidad legitima de la Escuela de Fráncfort.
Qué puede decirnos al respecto sobre una continuidad legitima de la Escuela de
Fráncfort y la emergencia de teorías críticas inamanentistas como la de Romero
Cuevas, que es una postura española, ya que se ha dicho que la Teoría Crítica está
más bien en una etapa de descentralización de Alemania y, por tanto, viaja
alrededor del mundo, como por ejemplo en América Latina.
Es un problema complicado. Yo no creo que la teoría crítica, como está plateada en la
actualidad, remita más que de forma colateral a la Escuela de Fráncfort. ¿Por qué?
Porque la Escuela de Fráncfort se dedica, en un primer momento, a estudiar el problema
de lo que están entendiendo por “americanismo”, por el problema de la
“americanización” de la vida pública; esto es, se dan cuenta de que la subsunciones de
las que habló Marx ya han alcanzado las esferas comunicativa, cultural y semiótica,
entonces, es una teoría crítica que está avanzando contra la forma de subsunción del
resguardo cultural de la creación de identidades. Yo creo que esa batalla la ganó,
culturalmente, Norte América, esto es, Norte América realmente demostró que las
formas de subsunción del capital pueden avanzar hacia los modelos culturales. En este
sentido, esta teoría crítica permanece como un discurso de raigambre europeo, que
siempre está tratando de cuestionar los alcances de una modernización no solo capitalista
sino americana.
Ahora, esto la hace de un corpus potente, porque el “americanismo”, en muchas esferas
de la vida, sigue siendo modélico, pero, a la vez, es un corpus que tiene dos problemas
centrales en la actualidad.
Desde mi punto de vista, el problema es que la cultura norteamericana, con el eminente
fin de la hegemonía del capital norteamericano y la instauración hegemónica del capital
asiático, está en declive, y las formas críticas en las que estaban pensando Adorno
Horkheimer, Marcuse, Benjamin, no operan correctamente con la llegada del nuevo
desenvolvimiento del capital. En segundo lugar, yo creo que son teorías que han tenido
mucho auge en México, Brasil, Argentina, Colombia, Chile, pero no realmente fuera de
círculos académicos o paralelos a la academia, pero dentro de sus reglas de difusión,