Ciencia y Filosofía ISSN: 2594-2204
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interpela la normalidad; así que, lo raro nos da nuevas perspectivas para pensar. Estas
reflexiones nos llevan a preguntarnos ¿qué hacemos con nuestras rarezas?, ¿se trata de
subsumir lo que a los demás les parece raro?
Por su parte, Eduardo Cervantes y Eduardo Martínez, animadores del tercer café
filosófico Las paradojas de Alicia en el país de las maravillas, en conjunto con el público
discurrieron acerca de la identidad a través de la paradoja. En el libro de Alicia, se
contraviene a lo que tiene que ver con la normalidad, pues la idea de paradoja rompe con
las nociones comunes que se tienen, da sentido, pero no lo disuelve, al contrario, lo
potencia, es decir, abre posibilidades para que se solucionen ideas o pensamientos que
normalmente no tenemos. Con la paradoja de la identidad, se siente ser uno mismo o algo
similar pero no lo es, al contrario, es muy compleja, pareciera que todos sabemos quiénes
somos, pero no es así. Se cree que nuestra identidad es permanente y no lo es, está en
constante cambio.
Por otro lado, se puede ver la identidad a través de los otros, porque muchas veces
nos definimos a partir de la noción de los demás, de ahí que los otros forman parte
importante de lo que nosotros somos, a esto se le conoce como identidad relacional. Para
los participantes, Amson David, propone parámetros de lo relacional como la
permanencia, dice que algo que converge son nuevas nociones y entre ellas están los
espacios temporales, al final en todos hay cambios constantes. Entonces, ¿es el nombre el
que nos identifica?, ¿es lo mismo identidad que personalidad? Identidad necesariamente
tiene relación con el otro y lo otro con la cultura y personalidad es el constructo individual,
ambas cambian, sólo que una depende de sí mismo y la otra depende de sí mismo y de lo
otro. La mirada del otro influye mucho en la identidad, en quiénes somos, porque la
identidad requiere ubicar un locus, algo con qué marcar la pertenencia, se busca un lugar
específico con qué señalar, entonces hay una paradoja que tiene que ver con la realidad
de sí mismo, es decir, donde ubico mi energía que me lleva a ser el que soy. Normalmente,
el lugar donde se busca la identidad siempre recae en el nombre, pero también está en la
imagen que se tiene en sí mismo, y también está en la red social; parece ser que la
identidad es una ficción porque la queremos ubicar en algo que permanece, pero en
realidad siempre hay un cambio.
La identidad está relacionada con las facetas que son periodos cortos en una misma
persona, nos situamos en distintas facetas temporales y parece que podemos definirnos
como un solo ser, es reconocerse así mismo, pero esto no ocurre. ¿Si cambiamos dejamos
de ser? Tal vez la pregunta deba ser ¿qué es el ser?, y aunque no sabemos quiénes somos,
todos los días vamos tratando de construir lo que queremos ser. Finalmente, la audiencia
dice que, Isaíah Berlín apunta al constructo del ser y es que la identidad tiene que ver con
la pertenencia, pues es a partir de ahí que yo soy, por ello habrá que replantearse la