Ciencia y Filosofía ISSN; 2594-2204
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se pueden contar con múltiples objetos que pueden ser usados por diferentes sujetos con un
fin específico, en enfermería el arte del cuidado.
De acuerdo con Agrazal (2016), la esencia de ser enfermera(o) atrae a una “fuerza
inspiradora llamada vocación”, donde no solo se tiene un deseo efusivo para el trabajo y el
logro del bienestar de las demás personas, sino que stá enmarcado en el beneficio que le
otorga la praxis de la enfermería en el cuidado de la vida del ser humano. La autora refiere
además que el desarrollo de la vocación de la enfermería se construye por medio de los
factores, condiciones y elementos que emergen desde el interior de cada persona que elige ser
enfermera(o), y se concatena con el desarrollo de las habilidades y competencias para
promover salud, prevenir enfermedades y brindar cuidados humanos a la persona, familia y
comunidad.
De modo que, cuando la vocación de ser enfermera(o), es parte de la vida, se pasa a
realizar la praxis con una óptima responsabilidad social, brindando atención con calidad
humana, donde más allá de la exigencia del sistema de salud, esto conlleva a reconocer el qué,
el por qué y para qué de la profesión.
En términos concisos, la vocación de enfermería está ligada a la praxis que
diariamente realizan éstos profesiones y que conllevan a una internalización del proceder y el
accionar fundamental como razón de ser del cuidado humano.
Por esta razón la vocación de enfermería pasa a ser un precepto individual, arraigado
en la concepción del ser humano y complementado con los más altos estándares de
formación, para asumir y ejercer una praxis cónsona con lo establecido en el ejercicio
profesional.
Basándome en la definición utilizada por Paulo Freire en la pedagogía de oprimido
(1979), la praxis es una “reflexión y acción de los hombres sobre el mundo para
transformarlo”. Citado por (Masi, 2008, pág. 78). En relación con este concepto, es
importante asumir la praxis de enfermería desde una visión humana, cargada de esencia
moral, ética y axiológica fundamental, que conlleven a una reflexividad continua sobre la
actuación profesional y de esta manera lograr la transformación social por medio del cuidado
humano.
De manera que, la praxis conjuga la capacidad para comprender, reflexionar y actuar
sobre los efectos estructurales y tradicionales que la sociedad concibe sobre los cuidados
enfermeros, teniendo como base fundamental la interacción entre el saber, el hacer, el
convivir y el ser; guiando así la acción y la disposición a actuar moral y correctamente.
En relación al término “praxis de enfermería”, (López y Torres, 2009a, pág. 37),
señalan que el profesional de enfermería fundamenta su acción en analizar, comprender e
interpretar las actividades propias de la disciplina, en cualquiera de las funciones que realice
(asistencial, docente, administrativa e investigativa); por medio del conocimiento científico,
las técnicas, las habilidades y los fundamentos axiológicos, desde una visión humanista; es