Ciencia y Filosofía ISSN: 2594-2204
91
cooperativamente con otras personas, para que todos los alumnos se conviertan en personas
cultas y en un futuro, en excelentes profesionales.
Pero, ¿cómo es posible verificar o comprobar el conocimiento que ha alcanzado y
adquirido el alumnado?, ¿realmente los estudiantes adquieren los conocimientos, habilidades,
competencias y capacidades que el sistema educativo demanda?, estas interrogantes sólo
podrán solucionarse con la aplicación de una evaluación efectiva, de aquella que se permita
observar a fondo los alcances y procesos que siguen los estudiantes, en el que se tenga como
eje rector la retroalimentación y el crecimiento bidireccional de profesores y educandos, de
esta manera los datos tendrán veracidad y serán confiables. (Estrada-Chiroque, L. M.,
Orostegui-Arenas, M., del Pilar Burgos-Guanilo, M., & Amau-Chiroque, J. M. (2022)
La evaluación no es por sí misma la obtención de información pertinente y confiable para
realizar una mayor comprensión de los contenidos educativos, paralelamente…
“debe orientar e impulsar el potencial de cada individuo dependiendo las
competencias mostradas durante su proceso en la adquisición del conocimiento,
pero también debe potencializar en todo momento las aptitudes del evaluador,
teniendo como principal característica la accesibilidad para lograr la consecución y
análisis de los diversos saberes, y con ello detectar las fallas o las deficiencias en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, a fin de lograr un crecimiento que en todo
momento pueda ser un beneficio para todos los involucrados en este ejercicio”
(Echegaray, M. y Sampe, J., 2003)
Lamentablemente no es aplicada de manera satisfactoria, únicamente se ve reflejada como un
mero requisito y esto sin lugar a duda es por lo complejo que resulta evaluar y ser evaluado, pues,
es un tema que genera miles de tensiones, desafíos y conflictos, ya que es complejo
determinar qué se va a evaluar, cómo y en qué momento. (Aguirre, M., Calero J., Estrada,
Chri. & Llaque, P., 2007)
La evaluación educativa es un proceso continuo y debería ser personalizado dentro del
sistema de enseñanza-aprendizaje, pero esto es complicado de realizarse en las instituciones
del sector público debido a la extensa matrícula de estudiantes, dicha complicación no debe
ser una excusa o justificación para no evaluar de manera objetiva a cada uno de los alumnos,
ya que de ello depende la implementación de una medida de refuerzo y la atención oportuna
que permitirán garantizar el logro de los objetivos educativos definidos en el documento
rector.
La finalidad de la evaluación es brindar información sobre los procesos de enseñanza y su
desarrollo, así como dar a conocer las habilidades adquiridas y los logros u objetivos
alcanzados, pero no solo eso, también es de utilidad para denotar y atender las deficiencias y
dificultades presentadas.