ISSN:2594-2204
NOTA CIENTÍFICA
DIÁLOGO INTERCIENTÍFICO Y
CIENCIA PLURICULTURAL
José Luis Aguilar Martínez
Editor
revistacienciayfilosofia@gmail.com
DOI: https://doi.org/10.38128/cienciayfilosofa.v2i2.14
Dr. Alberto Betancourt Posada es profesor asociado C de tiempo completo de la
Facultad de Filosofía y Letras, Coordinador del proyecto PAPIT IN401509-2 “Cambiar
de
paradigma: de la conservación de la biodiversidad a la diversidad biocultural; el
proyecto Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas y sus efectos en los sistemas
de conocimiento indígenas” sus obras son: Del saber indígena al saber trasnacional. La
explotación trasnacional de conocimientos indígenas (2010), De la conservación
“desde arriba” a la conservación desde abajo”: el interés supranacional en los
saberes indígenas sobre ecología, (2008), La hegemonía estadounidense después de la
invasión a Irak, (2005), entre otros artículos.
En el marco del Foros sobre Conceptos Fundamentales de la Diversidad Cultural
realizada en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, en el 2015, el Doctor Alberto
Betancourt, nos aprobó la recuperación de esta memoria en la que propuso un análisis
de dos conceptos de diálogo: diálogo intercientífico y diálogo de ciencia pluricultural.
Al respecto dijo que “el concepto de diálogo intercientífico ha sido propuesto
por el Estado pluricultural de Bolivia en la necesidad de transitar de un Estado
monocultural hacia un Estado pluricultural. Para ello el Presidente Evo Morales
recuperó las experiencias de los universitarios (a nivel teórico, conceptual y empírico)
de aquella región para explicar qué significa ser una nación pluricultural, paralelamente
de lo que sucede enxico con los Acuerdos de San Andrés (firmado entre el EZLN y
el Gobierno Federal), que se recogen parcialmente en el artículo segundo de la
Constitución de los Estados Unidos Mexicanos.”
CIENCIA Y FILOSOFÍA, vol. 2, núm. 02, 2019, Diálogo intercientífico y ciencia pluricultural, José Luis Aguilar
Martínez, pp. 84-87.
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Sin embargo, advirtió que a diferencia de Bolivia (Estado que cuenta con un
doble paradigma epistémico: uno de desarrollo global y otro endógeno), en el Estado
Mexicano no se ha hecho una revisión seria del concepto de Estado pluricultural, es
decir, “cuáles serían los ajustes que deberían hacer las instituciones y la sociedad
mexicana para acatar el mandato constitucional de cara a una justicia epistémica en lo
que se refiere a la identidad y diversidad de los sistemas de conocimiento que existen en
México.”
En Bolivia dijo- “se tomó en serio la pregunta: qsignifica transitar de un
paradigma cultural dominante y mono lógico, hacía un modelo intercultural, y q
significa esto en distintos ámbitos. Por ejemplo, la planeación y el desarrollo, para ello
idearon un modelo de desarrollo endógeno (por oposición a un modelo de desarrollo
que viene desde afuera [versus la globalización]), que tome en cuenta a cada cultura
local, así como los requerimientos, instrumentos e instituciones que formen a los
jóvenes científicos en otras direcciones diferente a la formación en el actual paradigma
de ciencia monocultural privatizador de los conocimientos.”
El modelo mono científico, mono gico privatizador de corte tecnocientífico,
“es un complejo hibrido que tiene un tipo de racionalidad muy sofisticada (en lo que se
refiere a la matematización de resultados), no obstante, cuando se comercializa, sucede
que obedece a la lógica de la mercancía (irracional por principio) que es una lógica
capaz de destruir lo que sea con tal de reproducir sus ganancias.”
En otro tenor de ideas, plantla importancia de la historia que se ha ocupado
del desarrollo del tema de la diversidad cultural.
Al respecto dijo que “la ciencia reconozca la parte cultural de la que proviene, en
este sentido la ciencia occidental se diferencia de la ciencia que venía de Bizancio, de la
ciencia oriental, del mundo musulmán que fue preservado en las matemáticas, en el
algebra. Lo mismo que la cultura egipcia preserun tipo de ciencia en la geometría y
que Grecia perfeccioen su ciencia. Esto significa que hay maneras de hacer ciencia.
Desde la perspectiva de la historia de la ciencia, no hay un solo modelo de hacer
ciencia. “Lo que el pasado de estas culturas revela es que había una sensibilidad por
entender los modelos de ciencia que se venían preservando; en el que confluyen
distintas tradiciones culturales: la china, la africana (musulmana), y la europea
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Es a partir de la modernidad, entendida como el hecho histórico conocido como
la independencia de España, “en donde se asimilan teorías y prácticas de los
conocimientos previos en una sola cultura de ciencia única, que surge a la par con el
nacimiento del capitalismo, de este modo se da una imposición de esta ciencia con tanto
fanatismo como la religión católica, en este sentido es como surge una visión de ciencia
monocultural, universal y estandarizada que empieza a negar los saberes de otras
civilizaciones.”
Para no dar por hecho esta situación, argumentó el académico: “es prudente
plantear la siguiente cuestión: si partimos de la existencia y coexistencia de diferentes
civilizaciones podríamos decir que cada civilización desarrolla su propio sistema
científico, en el sentido de que modela sus propias formas de representación, sus
preguntas, sus problemas, sus valores y la utilidad del conocimiento. Y si fuera así, el
caso, entonces la cultura, china, hindú, la fenicia, la mesopotámica, la europea y la
hebrea, desarrollan su propio sistema científico.”
“Lo que se requiere al respecto apuntó- es generar diálogo entre historiadores y
filósofos para describir el fenómeno según el cual una cultura absorbe los
conocimientos de otra cultura. Por ejemplo, cuando los españoles abrevan de la
sabiduría
astronómica de las culturas americanas, la sabiduría botánica, farmacéutica de
los mayas,
este hecho implico la transformó de la cultura científica en cuanto a la medición del
tiempo se refiere, en específico al calendario gregoriano que emplea las
observaciones
Mayas traducidas por los frailes españoles.”
Al respecto, sugirió, la conveniencia política para reivindicar la llamada ciencia
occidental es en realidad un crisol en donde han confluidos muchas tradiciones
culturales, y que en su defecto, es imprescindible generar un diálogo al interior de una
ciencia pluricultural, opuesto a la experiencia Boliviana que plantea que hay que revertir
el colonialismo epistémico, que niega los saberes de otras tradiciones.
Para plantear la diversidad epistémica se necesita, dijo, “admitir el diálogo entre
las ciencia de diferentes culturas, aceptar que hay una ciencia occidental que reconoce
que hay otras ciencias, es decir, entre dos sistemas que promuevan el diálogo.”
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Por último, dijo que el criterio de una ciencia pluricultural es que “admite que el
juego en su interior es entre tradiciones epistémicas, ante la presencia del discurso
crítico en su interior. Una ciencia multicultural se preguntaría mo se formaría a un
investigador, teniendo en cuenta el rechazo de una visión de posesión, utilitaria en
términos rentables. Criterios básicos a la hora de plantear políticas científicas.