Ciencia y Filosofía ISSN: 2594-2204
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trabajadores, por la fragilidad y subordinación del poder empresarial y las
dinámicas de exigencia por parte de las empresas.
El empleo precario va entrelazado a salarios bajos, mayor indefensión y subordinación
empresarial. Antón (2006) menciona los dos indicadores fundamentales para definir la precariedad
laboral; el tipo de contrato temporal y paro de labores, agregando uno más, los contratos
indefinidos, ya que estos nuevos contratos se asocian a la inestabilidad de los temporales.
De acuerdo con Cuevas et al. (2016), en su estudio para el caso mexicano, menciona
que más de la mitad de la población pertenecientes al sector informal se encuentra con
trabajos precarios caracterizados por bajos ingresos y sin acceso a la seguridad social, lo
que provoca dispersión en los ingresos de los individuos que componen el sector en cuestión.
Siguiendo al mismo autor, asocia la precariedad laboral a los mercados laborales externos
y al mercado de trabajo secundario, diferenciándose del empleo de calidad por la incorporación
del desempleo y el trabajo irregular; agrega conceptos como: inestable, inseguro, temporal,
discriminatorio o injusto y con pocos derechos, todos estos abarcando la irregularidad o
ilegalidad y la arbitrariedad empresarial.
Consistente a lo expuesto por Tokman (2001), el cual sostiene textualmente lo siguiente:
“en países de menor desarrollo relativo, el problema del empleo se concentra no tanto en el
desempleo, sino principalmente, en aquellos que estando ocupados reciben un ingreso
insuficiente”.
Siguiendo esta línea, Ochoa y Ordónez (2004) indican que, a pesar de ser trabajos precarios
los que se localizan en la informalidad, mencionan que el sector informal puede ser la válvula de
escape para las personas con un nivel de educación menor, en momentos de crisis económica. Por
el contrario, si la economía se encuentra en auge, la informalidad se aprecia como una opción al
desempleo; acarreando variaciones en los salarios, no solo en el mercado laboral formal, sino
también en el informal, donde el ingreso de los informales aumentará como
consecuencia de la disminución del exente de mano de obra. Argumento similar el de
Pedrero (2009), donde suponen que las consecuencias de la reducción del mercado laboral formal
y de las barreras que lo diferencian, la población recurre al autoempleo, ya sea como vendedores
ambulantes o prestatarios de servicios, siendo el ambulantaje la estructura ocupacional con mayor
tasa de crecimiento dentro de la informalidad. Con la apertura económica se implementaron
actividades de poducción con ecnologías intensivas en capital, comerciando
por redes o centros comerciales ocultos através de los vendedores